Comunidad ARDE. Testimonio de los chicos

Arde                                                                       2 de octubre del 2018

Javier: Me alegra contarles que estos tres meses en Arde no ha sido un lugar cualquiera para misionar, sino un lugar donde yo me he encontrado y he renovado mi Fe, esto es gracias a cada una de las experiencias vividas en el día a día tanto en la vida en comunidad como en el trabajo pastoral.

Guille:Estos casi tres meses de experiencia aquí en Arde me atrevo a decir que nos han cambiado de manera especial la vid a a cada uno de nosotros, Arde nos ha enseñado a entregarlo todo de manera radical a Cristo, a sufrir con los sufrimientos del otro, a amar. De las cosas que más nos ha marcado, está sin lugar a duda la presencia del sagrario en la casa, el saber que cada cosa, en cada labor del día, nuestros estudios, nuestra misión, no la hacemos solos, Jesús está con nosotros, la oración de la mañana, la comunión diaria, ha sido la fuerza que nos mueve. Hemos aprendido a ver a Dios en el día a día, en el pobre, en la familia disfuncional, en el niño PCI, en nuestros amigos y compañeros de estudio, en nuestro hermano de comunidad. Cada día nos confirma y renueva nuestra fe y vida espiritual.

Juan Pablo:Ya han pasado tres meses de nuestra llegada a este lugar y sin dudas más que entregar tres meses de mi vida a Cristo,él se nos regala a cada momento. Formar parte de una comunidad dispuesta a vivir para los demás no era algo que tuviese planeado en mi vida y sin dudas esta oportunidad que se me regala es una de las experiencias de vida q más a incrementado mi cercanía con la Eucaristía. En este lugar he aprendido a ver y a sentir a Dios en la comunión diaria, en el rezar como comunidad, en el presentar nuestros problemas y preocupaciones al Santísimo.Dios hoy se hace presente entre nosotros y nos enseña que él nos acompaña a cada instante,en los niños q buscan refugio en nosotros ,en las familias sin condiciones de vida, en nuestras familias q nos apoyan sin importar que estemos fuera de casa,sabemos que el Señor tiene un plan de vida para nosotros,solo es cuestión de dejarnos llevar y él nos mostrará el camino recto y seguro.

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